¿Qué hay en vuestro corazón?

Concepción – Chile
Abril, martes 01 de 2003
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¿Qué hay en vuestro corazón?
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Padre Madre
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¡Cada uno de vosotros me tiene y frente a vosotros estoy!
¡AF!
AF: Sí Padre
¿Qué hay en vuestro corazón?
AF: Un gran deseo, Padre de escucharte, mucho amor para ti Padre.
Escuchar
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¡PN!
PN: Sí Padre
¿Qué hay en vuestro corazón?
PN: Padre, hay mucho amor, muchos deseos también de entregar y de entregarlo al Padre.
Entregar
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¡CL!
CL: Sí Padre
¿Qué hay en vuestro corazón?
CL: hay alegría en mi corazón. Alegría que me gustaría que muchos se contagiaran.
Alegría
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¡JL!
¿Qué hay en vuestro corazón hijo mío?
JL: Hay un sentimiento Padre, de liberación.
Liberación
JL: Siento mi cuerpo como dividido Padre, la cabeza desprendida de mi cuerpo.
¿Por qué desprendida de tu cuerpo hijo?
JL: Se contrapone con los sentires.
Vuestra cabeza debe estar con vuestro cuerpo
JL: Sí Padre
No puede permanecer por si sola. Vive a través de vuestro cuerpo y a través de vuestro sentir hijo mío. Uno solo deben ser, uno solo hijo mío, uno, uno, uno, uno.
JL: Sí Padre
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¡PN! Hija mía
PN: Si Padre
¡Ante vosotras estoy!
¿Podéis expresarme hija?
¡Expresa al Padre!
Recordad hija mía que ante vosotras yo siempre estoy, soy y voy. Recordad siempre esto hija mía, podéis expresarme, debéis expresarme.
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¡CL!
CL: Sí Padre
¡Hija mía, ante vosotras estoy!
CL: Así te siento Padre.
¿Podéis expresarme?
Yo os digo a vosotras ¿Qué hay en vuestro corazón?
CL: Hay paz, hay alegría, hay tranquilidad, aunque el entorno a veces, es como muy revuelto, muy agitado. Yo encuentro el momento para aquietarme y para estar tranquila y para darte gracias todos los días y a cada instante. Y a veces, los días martes cuando voy a Talcahuano, encuentro esa iglesia abierta y entro y recorro contigo. Tú sabes que a mí me encanta entrar a las iglesias. No es porque no te encuentre en otras partes, pero me encanta y vuelvo a agradecerte una vez más por lo grande que eres, por lo maravilloso, porque nadie me ha dado como tú, nadie me da todo lo que me das tú.
La hija expresa su sentir.
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¡AF!
AF: Sí Padre
Mi voz, es tu voz. Mi voz está en vosotras hija mía. En vosotras está mi voz.
¿Podéis escucharme hija?
AF: Sí Padre
¿Podéis compartir lo que escucháis?
AF: Cuando preguntaste que hay en mi corazón. Siento que la palabra adecuada para decirlo, para decir lo que siento, es la palabra “sed”, tengo sed de ti.
Tenéis sed de mí.
AF: Quiero saber, quiero poder…tal vez es mi mente también que me pide entender, para poder sentirte mejor, por eso me cuestiono. Yo siento esa necesidad muy fuerte Padre.
La hija tiene una forma. Una forma que yo le he dado para poder expresarse en la materia, es su forma de aprender. Vosotras tenéis una forma de aprendizaje hija mía, de comprender, de ver el mundo.
Esa forma os llevará a comprender mi palabra también y a ver mi voz en vosotras manifestada.
Buscadme hija mía y saciad vuestra sed.
Mi voz vive en vosotras hija. Vive en todo momento y en todo lugar vive. Vive en vuestros libros hija.
AF: Sí padre, cada vez comprendo un poco más.
Podréis comprender mucho más. Mucho más hija mía, podréis comprender.
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Se os ha pedido silencio. Hay un aprendizaje del silencio en este círculo de amor.
El silencio es para que vosotros me escuchéis. Es por ello que mi voz se escucha en vuestro corazón. Se escucha, lo que se escucha hijos míos.
Que no lo compartáis, que no podáis expresarme, no dice que no me escucháis.
Vosotros sí escucháis, mas vuestras estructuras no lo permiten, no permiten que mi voz sea escuchada. Vuestro silencio es para que vosotros me escuchéis.
Yo hablo al corazón de cada uno de vosotros y cada uno de vosotros me escucha.
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¡Os pido expresaros hijo mío!
JL: Sí Padre
¿Podéis escuchar mi voz?
Ante vosotros estoy hijo mío. No debéis colocar barreras. No debéis suponer hijo mío que no podéis escucharme. Suponer es una actividad del intelecto. Sentir, es una actividad del corazón.
JL: Sí Padre, yo te siento.
Sé que me sientes, pero vosotros me negáis hijo mío.
JL: Ayúdame Padre.
Yo soy contigo hijo
JL: Lo sé.
En vuestro silencio voy. En vuestro proceso voy. En vuestro caminar voy.
JL: Lo sé padre, así lo siento. Te siento muy cerca de mí. Tu lo has dicho , son barreras que me impiden comunicarme contigo.
El intelecto puede ser un gran enemigo para vosotros.
JL: Lo sé Padre.
Poned atención, entonces hijo.
JL: Trato de hacerlo Padre.
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Mi hija PN se expresa, me expresa en todo momento y en todo lugar. A mi hija amada yo he dado un don. Ese don, mi hija debe descubrirlo en su corazón. A mi hija amada yo la bendigo, porque mi hija amada camina, mi hija amada intenta, intenta e intenta vivir.
Os amo hijos míos.
Vosotros camináis.
En vuestro círculo de amor dejo mi paz, mi amor, mi bendición para cada uno de vosotros.
Gracias Padre
Yo soy en cada uno de vosotros.
Soy, voy y estoy siempre, siempre, siempre.
Gracias Padre
Aprendizaje del silencio, silencio hijos míos, para escuchar mi voz y vuestro silencio debe ser compartido, lo hacéis carne.
AF: Con mucho amor te pedimos Padre, por nuestra hermana LC.
Vuestra hermana camina.
Sí Padre
Y sana su cuerpo. Ella camina.
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JL: Padre, te pido por mi amada.
Vosotros debéis estar más cerca de vuestra amada hijo mío. Hacedla parte de vuestro corazón, hacedla parte de vosotros.
Vuestro caminar es con ella, vosotros sois el apoyo, vosotros sois el pilar.
Os recuerdo hijo mío, no sólo el pilar del círculo de amor, vosotros sois el pilar, en esta hora, de vuestra amada. Un proceso debe ella, mas vosotros sois el apoyo para que ella camine.
Amor debéis dar hijo mío y abrid los ojos hijo mío, abrid los ojos del corazón. Podéis pasar sin ver a vuestra amada realmente. Os amo hijo.
JL: Yo también te amo Padre. Te pido paz para mi corazón Padre.
Mi paz está en vosotros hijo mío, mas vosotros sabéis lo que debéis hacer.
JL: Sí Padre, lo sé, lo entiendo Padre. Esto que vengo arrastrando de años y años, de encarnaciones, debe terminar.
De vosotros depende hijo mío. Mi voluntad es vuestro crecimiento, mas vosotros debéis contribuir a ello. Vuestro avance está determinado por vuestras acciones. Vuestras acciones están determinadas por vuestro pensar.
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El pensar sin sentir hijos míos, os conduce por senderos oscuros, mas mi Luz siempre va en vosotros. Mi Luz ilumina el camino, Luz. El pensar debe sentir.
Se os han entregado elementos de apoyo para que vosotros podáis descubrir hasta hallar lo que necesitéis. Buscad lo que cada uno necesita.
Preparaos hijos míos, el silencio precisa de vosotros, cada uno en vuestro silencio debe buscar y buscarse a sí mismo.
Os repito, aprendizaje de vuestro silencio. Mucho se ha dado para que vosotros podáis caminar.
Sí Padre, muchas gracias Padre.
AF: Padre, quiero pedir tu ayuda, tu amor para mi nieto, su lama está sufriendo, no sé como ayudarlo.
Vuestro pequeño, vuestro bello pequeño. Vosotras acompañáis al pequeño, lo acompañáis, mas él precisa de experiencias. La experiencia es individual, donde vosotros no podéis intervenir.
No miréis a vuestro nieto en desamparo, no sintáis que es pequeño, porque no lo es. Ni es pobre de espíritu y no es pobre en su forma. No es pobre en abandono, porque el hijo está acompañado, protegido por mi está él y protegido por vosotras está él.
No pretendáis entregarle una forma que no es la de él, no pretendáis que camine teniendo como parámetro una vida que no es la que él tiene.
Su vida es exclusiva, original, única. Su expresión, los aconteceres que le acompañan, los aconteceres de este tiempo son necesarios para su crecimiento, de la forma como le ha sido dada. Si no fuese así hija mía, él no tendría esta vida.
AF: Sí Padre
Debéis ver a vuestro nieto como un ser humano en crecimiento y evolución. Vosotras estáis aquí para acompañarlo, para guiarlo y lo hacéis, lo hacéis. Pero como vosotras sois abuela, lo podéis malcriar, como vosotros decís, pero el pasado ya no está en él.
Mucho amor debéis darle a vuestro nieto, sólo amor hija mía.
AF: Sí Padre
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Os dejo hijos míos.
En vuestro silencio voy, soy y estoy.
Os acompaño siempre.
PN: Padre
Hija mía, hija mía.
PN: Padre quiero agradecer todas tus bendiciones, tu ayuda, tus regalos. Te pido que me des la energía para equilibrar mi vida.
Mi bella hija ¿Cuánto amor tenéis en vuestro corazón?
Debéis dar ese amor. Tenéis vuestro amor retenido, contenido. Mucha energía hay en ti, mucha, pero debéis darla, no debe quedar en vosotras. Si queda en vosotras, vuestro físico sentirá cansancio y vuestro sentir debe guiar y perdonar a vuestra mente y perdonar a vuestra forma. Y perdonaros hija mía constantemente y liberaos de vosotros, liberaos hija mía, no los observéis tanto, no seáis tan severa con vosotras. No debéis hacerlo.
Mi amor para vosotras hija.
Os dejo hijos míos.
Mi amor os dejo.
Gracias Padre

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