martes, 27 de julio de 2010

Reunidos para compartirse

Concepción – Chile
Marzo, martes 04 de 2003
..
Reunidos para compartirse
..
Padre Madre
..
En esta hora, los hijos amados se han reunidos, se han reunido en mi nombre. En mi nombre están reunidos los hijos amados, están reunidos.
Re-unidos, hijos míos, re-unidos, unidos con vosotros.
¿Habéis comprendido estas palabras, hijos míos?
¿Re-unidos?
Sí Padre
Hacedla parte de vosotros. Esta palabra hijos míos, hacedla parte de vuestra vida, porque un nuevo ciclo ha sido dado para vosotros y a quienes os acompañan en el caminar, en el nuevo caminar que ha sido designado para vosotros.
..
Mis hijos amados están designados en una nueva tarea que no puede esperar, no puede hijos míos, no puede esperar.
Habéis sido llamados, uno a uno habéis sido llamados. Uno a uno habéis llegado y habéis comprendido la necesidad de reuniros para compartir el sentir, el sentir hijos míos. Un sentir que vosotros tenéis en el corazón.
Vuestras palabras han sido escuchadas, han sido parte de vosotros y serán parte de este nuevo ciclo.
..
Vuestras palabras serán muy importantes. No debéis callar en ningún minuto, lo que vosotros sentís hijos míos. Vuestro silencio debe ser vertido en este círculo. Debéis compartir vuestro silencio. Vuestro silencio está, vuestro silencio está compartido.
Tenéis en él dolores y tenéis en él vivencias felices. Mucha sabiduría hay en vuestro silencio, debe ser compartido.
Cada uno de los hermanos, que aquí se reunirán, compartirá su silencio y vosotros sois los llamados a escuchar, a esperar. Debéis dar amor, mucho amor hijos míos. Debéis dar para que vuestra reunión sea fructífera.
..
Se os exigirá mucho más de lo habéis dado, pues vosotros estáis en un camino de maestría, que ya habéis comenzado hace mucho tiempo. Se os pedirá dar más, porque vosotros podéis dar más.
Vuestras almas están entrelazadas y entrelazadas caminarán, vosotros lo sabéis y a sí debe ser.
Os acompaño y os acompañarán vuestros guías espirituales. Tenéis vuestros guías con vosotros, ellos os conducirán hacia donde debéis ir.
El lugar donde debéis ir es el amor, el templo del amor hijos míos, camináis hacía el amor, hacia el infinito amor.
..
Yo escucho vuestro silencio hijos. Os escucho siempre, siempre hijos escucho.
Vosotros me escucháis a mí. Vuestro sentir, vuestro sentir hijos míos, vuestro sentir es mi voz, mi voz.
Yo intento salir desde vuestro sentir, a la manifestación externa, que vosotros me podéis dar.
Vosotros actuáis en la materia, a través de vuestro sentir. Yo me manifiesto de esa forma. Necesito de vosotros para manifestar mi voz y mi palabra, mi presencia hijos, en la materia.
Vosotros sois mis heraldos, vosotros sois. Yo soy en vosotros hijos míos.
Gracias Padre
Vuestras formas deben ser fieles a mi palabra. Debéis cuidar vuestras formas.
Para cuidar vuestras formas, debéis cuidar vuestros procesos mentales. Os recuerdo algo que vosotros ya sabéis. Este aprendizaje ya ha sido dado a vosotros y lo tenéis en vuestro corazón.
“Vuestros procesos mentales, determinan vuestra forma, vuestro movimiento, vuestra frecuencia vibratoria en la materia”
Hijos míos, este aprendizaje ya lo habéis tenido.
¡Cuidad vuestros procesos mentales, vuestros conceptos, vuestros pensamientos, vuestras ideas, vuestras imágenes mentales hijos míos!
Alimentáis vuestra forma con ellos. Vuestras formas sólo representan, sólo son un reflejo de vuestros procesos mentales.
Si queréis cambiar la forma, si queréis que el físico sea, vuestros procesos mentales deben cambiar.
La forma en que conocéis el mundo, vuestro propio mundo, ha sido construido con vuestros pensamientos.
Si vuestros pensamientos se alejan del amor, vuestro físico lo dirá.
Más cerca del amor, vuestro físico también lo dirá.
Debéis hacer un esfuerzo constante y consciente.
..
Siempre hijos míos, recurrid a mí siempre. Cada vez que debéis tomar una decisión, cada vez que estáis en un momento de aflicción. Cada vez que vuelvan a ti esos pensamientos que os dañan y vosotros ya sabéis que os dañan, mas vosotros intentáis, insistís en que queden en vosotros. No sabéis el daño que provocáis en vuestra forma.
Entorpecen ustedes mismos el camino.
Debéis ayudaros a la maestría a caminar hijos míos.
..
El proceso de aprendizaje es individual, debéis hacer un esfuerzo para caminar. Vosotros estáis en aprendizaje.
Recurrid a mi siempre y si no podéis avanzar, según vuestro parecer hijos míos, debéis intentarlo nuevamente. Debéis intentar una y otra vez el camino. No hay tiempo ni espacio, no hay límites para ello. No hay nada que os impida comenzar una vez más.
..
Vuestro mundo corre y vosotros debéis caminar. Hay una diferencia, una gran diferencia hijos míos. Debéis caminar.
Tendréis el tiempo necesario para encontraros a vosotros mismos. Debéis hacer lo que sentís que debéis hacer, aunque os parezca ilógico. Aunque no esté de acuerdo a vuestros conceptos, ni a vuestra forma, ni a lo que has vivido.
Todo puede cambiar de un momento a otro, hijos míos. Todo puede cambiar. Los límites los fijáis vosotros mismos. Vosotros os ayudáis o entorpecéis el camino.
..
¡Mis amados hijos!
He dicho mucho hoy. Estas palabras deben ser transmitidas hijos míos y deben ser entendidas. Revisadlas, leedlas, buscad información hijos, poned atención, poned atención hijos míos.
Caminad más, caminad, caminad solos, solitarios tal vez. Sentid el contacto, como lo hizo Amanda. Amanda lo hizo en su caminar. El silencio ayuda.
Buscad las formas de poder encontraros a vosotros mismos.
Cada uno tiene una manera de escucharme y de expresarme.
No os quedéis en lo pequeño al decirme: ¡No puedo Padre!
Vosotros sí podéis, sí podéis y debéis poder.
Debéis caminar hijos míos.
Cuidad vuestras formas mentales.
Cuídate, vuestro físico necesita que cuidéis vuestras formas mentales.
..
Mi amor, mi eterno amor a mis hijos servidores.
Servidores son mis hijos amados.
Os amo y bendigo a los hijos y al nuevo camino que emprendéis.
También te amamos Padre
..
Cada uno ha emprendido un camino. Debéis entender que camino habéis emprendido, pero ya habéis emprendido el camino.
JL: Padre, sólo te pido que me ayudes a comprender.
El hijo tiene comprensión. Mucha comprensión tiene mi hijo amado, mucha comprensión, pero intenta correr…
JL: debo caminar.
…cuando debe caminar.
Mucha comprensión hijo tendréis al caminar. Si intentáis correr, si intentáis esforzaros en correr, no al caminar hijo, no me encontraréis y si no me encontráis a mi, no te encontraréis a vosotros mismos.
Estoy más cerca, mucho más cerca.
El hijo comprende, sabe, sabe.
Mis palabras son para él aliento de vida nueva
Gracias Padre
Y él para mi es aliento de vida nueva.
Él camina, camina a pesar de que intenta correr. Debe seguir esforzándose, pero para caminar, caminar.
..
¡Mi amada hija!
AF: Sí Padre
Mi palabra es tu palabra hija mía.
Te amo mucho hija mía. Vosotras sabéis de mi amor hacia vosotras. Sabéis de mi amor, sabéis de mi amor.
El hijo que me expresa, debe tener serenidad y acción. Hijo mío, serenidad y acción es la palabra, serenidad y acción.
..
Un nuevo crecimiento se presentó ahora. Mis hijos amados, os dejo en mi amor y en vuestro crecimiento y en vuestro círculo de amor.
Caminad en paz hijos míos.
Gracias Padre
Y no olvidéis las palabras, no olvidéis lo que se ha dicho, no olvidéis lo que vosotros habíes ayudado a construir.
Este momento ha sido construido con vosotros, constructores son de este círculo, lo seguiréis siendo, lo seguiréis siendo hijos míos.
Os bendigo.
Gracias Padre
JL: Te doy gracias por todo.
..

No hay comentarios: