Marzo, martes 11 de 2003
..
El sentir
..
Padre Madre
..
¡Aquietaos hijos míos!
¡No debéis permitir que vuestras formas os perturben en esta hora!
¡Aquietaos hijos míos!
Quedaos quietos y poned atención a lo que el Padre va a decir.
..
¡Quietud hijos míos, en vuestras formas quietud!
Los hijos amados están reunidos. Re-unidos están mis hijos amados.
Cada uno de mis hijos ha recibido una palabra. Cada uno de mis hijos ha recibido una palabra en su corazón. Debéis descubrir que palabra he dejado en vosotros. Esa palabra es una semilla, una semilla que debéis cultivar día a día, momento a momento. Vuestro sentir alimenta esa semilla, mas debéis descubrir la palabra que os he dejado.
..
Es una palabra.
La palabra que cada uno necesita, la que cada uno precisa, la palabra que cada uno debe hacer crecer en sí mismo.
Una palabra he dejado a mis hijos.
La palabra debe ser compartida, pues este es un tiempo de compartir. Vosotros ya lo sabéis, ya lo he dicho.
Vosotros estáis en un camino para compartir.
Se os pedirá compartiros a vosotros en este tiempo, en este nuevo ciclo que se ha dado para vosotros. Los hijos deben compartirse.
..
Hija mía.
¿Qué palabra hay en tu corazón?
¿No habéis descubierto la palabra hija?
IV: No todavía Padre
Tendréis tiempo para ello, pero debéis poner atención. Atención hija, debéis poner atención a vuestro sentir. Vuestro sentir precisa de vosotros.
IV: Sí Padre
Sí, vuestro sentir precisa de vosotros hija mía, no debéis olvidaros de eso. Sólo así podréis descubrir las dudas que aún tenéis. Poned atención a vuestro sentir.
Una palabra he dejado en vosotros y crecerá en vosotros hija mía y sus frutos dará, vuestro sentir la va alimentar.
IV: Gracias Padre
..
¡Mi hija ha llegado!
¡Bienvenida hija mía!
¡Yo te doy la bienvenida!
¡Vuestros hermanos te dan la bienvenida!
Habéis sida llamada y habéis acudido a mi llamado y hoy estáis aquí.
Pero no solamente hoy hija mía, siempre has estado aquí. Has pertenecido siempre a este espacio. Descubriréis mucho de vosotras mismas en este espacio. Mucho de mi descubriréis y al descubrirme a mi, te descubriréis a vosotras mismas.
Hija mía yo te doy la bienvenida y bendigo a ti y a los tuyos y al proceso que hoy comienza para ti.
Mucho aprendizaje tendréis, mucho amor tendréis, mucha responsabilidad tendréis en este grupo.
Caminaréis con vuestros hermanos, caminaréis hija mía. Ya he dado señales a vosotras de este caminar.
Mi hija bienamanda tiene una palabra en su corazón.
¿Podéis hija mía, decir esa palabra?
Es una palabra.
IR: Amor tengo escrito en el corazón
Amor, hija mía, amor.
Vuestra palabra es amor. Amor debe crecer en vuestro corazón, es una semilla hija, una pequeña, pequeña, pequeña semilla. Debéis ayudarla a crecer con vuestro sentir. Dará sus frutos a mi hija.
Amor, el amor crecerá en vosotras, crecerá hija mía, mucho crecerá.
Muchos de los que están aquí recibirán ese amor, muchos de vosotros recibiréis ese amor.
Gracias Padre
..
Se os ha dado un comienzo hijos míos.
Vosotros debéis escribir lo que sigue.
Cada uno debe aportar en este caminar su sentir, sus experiencias, sus temores, sus miedos, sus alegrías, sus tristezas.
El silencio debe ser parte de vosotros mismos hijos míos. Es un aprendizaje, ya os dijimos eso.
Debéis acostumbraros a mi silencio, que es vuestro silencio. En ese silencio yo estoy expresando algo y necesito que vosotros pongáis atención. De esa forma me podéis expresar, me permitis salir a la manifestación externa, como ya os dije.
Debéis ejercitaros en ello.
Estáis ansiosos de mi palabra y yo, ansioso de vosotros, recordad eso también.
Yo ansío escuchar a vosotros, ansío vuestras formas, ansío a vuestra alegría, ansío a vosotros, ansío vuestro amor.
Os necesito hijos míos, debéis también poner atención a eso.
..
AA: Yo siento dos palabras en mi corazón, no una
¿Dos palabras hija mía?
AA: Sí Padre
¿Podéis decir que palabras son?
AA: Amor y paciencia
Amor y paciencia, paciencia.
AA: Y creo que esas dos cosas a mi me faltan
Paciencia, hija mía, debéis alimentar entonces vuestras palabras.
AA: Eso hago
..
Los hijos amados llevan en su corazón su palabra, que es mi palabra.
Sí Padre
Los hijos amados deben quedar en paz.
Los hijos amados deben caminar.
Caminar JL.
Los hijos amados deben caminar.
JL: Sí, amado Padre
No intentéis correr hijo mío, podéis tropezar, podéis tropezar hijo.
Fue una palabra dejada en vuestro corazón.
A todos mis hijos he dejado una palabra.
Yo preciso de vosotros tanto como vosotros me necesitáis a mi.
..
Os dejo hijos míos.
Un aprendizaje nuevo he entregado hoy, distinto, nuevo, porque distinto es el camino que has empezado caminar.
Os dejo hijos míos y os bendigo a cada uno. Bendigo vuestros caminos y a quienes os acompañan.
Gracias Padre
Y a todos quienes se han reunido, yo agradezco esa reunión.
AA: Que toda esta fuerza que tú nos das, toda esta energía, se pueda propagar por todo el mundo. Para que aquellos corazones que no tienen, no sienten de alguna manera, puedan sentirte. Que el mundo cambie un poco.
..
No hay comentarios:
Publicar un comentario