El gran pensamiento creador

Concepción –Chile
Abril, martes 29 de 2003
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El gran pensamiento creador
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Padre Madre
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Os ayudaría con entendimiento.
¿Queréis saber a que vinisteis?
¿Cuál es vuestra tarea?
¿Por qué estáis aquí?
Elevad, elevad el corazón y poned atención a lo que él os dice.
Sois mis hijos, sois mis amados hijos, creados a imagen y semejanza mía.
Creed esa verdad y sentidla.
Debéis sentir que eso sois: hijos, hijos de Dios.
Y así como entregáis a vuestros hijos terrenales vuestras capacidades, así os he entregado mis capacidades a vosotros.
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¡Sois creadores, sois creadores!
Y estáis aquí para crearme y recrearme en vuestras vidas y verá vuestro corazón de vuestros pensamientos.
Dejad que la información que tenéis en él fluya libremente y recordaréis quienes sois y seréis expresión de la divinidad. Podréis sentir el placer más exquisito al sentiros uno con el universo, con el Padre.
Sois la manifestación divina de la creación. Estáis buscando el camino, el camino que ya conocéis, pero que habéis olvidado. Habéis creado la ilusión de no saber quienes sois. Pero permitidte recordar que sois capaces de crear, de sentir. No os aferréis a la ilusión de que sois sólo materia.
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Vuestro cuerpo físico es quien os limita para experimentar quienes realmente sois, por lo tanto, vosotros debéis saber que no sois sólo cuerpo, sois más que eso, no debéis obedecer ciegamente a lo que el cuerpo os pide. Debéis, debéis actuar a través del alma, no del físico, pues es tu alma quien lleva la memoria y la verdad de lo que sois.
Tu cuerpo es sólo un vehículo para que experimentéis en el físico.
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Creerte en unión con todo lo que os rodea y unificad vuestros corazones al gran pensamiento creador para que podáis manifestaros como quienes realmente sois: mis hijos.
Caminaré con vosotros por siempre, por siempre, porque eterno sois y habéis estado contigo desde los inicios y estaréis siempre conmigo.
Mantened, mantened el contacto en vuestra alma que es donde yo habito.
Permitirte escucharme a diario. No rechacéis los pensamientos y los sentimientos que a veces os parecen descabelladas, los he puesto ahí para que me manifestéis.
Os amo
También te amamos Padre
Y nos os sintáis abandonados por mí. Sois vosotros los que cerráis la puerta para no escucharme. Estoy con vosotros, ahora y siempre.
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Se os ha pedido poner atención al corazón. Atención que debe ser sostenida por vuestra voluntad. Vuestra voluntad precisa de vosotros hijos. Voluntad que debéis cultivar.
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En el silencio, en este círculo, tenéis la oportunidad de escuchar vuestro corazón. Habéis elevado el vibrar y así como os permitís acallar vuestras mentes y sentir lo que vuestra alma os dice a cada uno de vosotros.
¡Poned atención, poned atención a lo que estáis escuchando!
¡No esperéis mensajes, pero tu puedes, podéis tener comunicación directa conmigo, si os permitís que entre en vuestro corazón.
Os amo
También te amamos, gracias Padre.
Continuad, continuad en el camino.
Os acompaño.
Gracias.
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